viernes, 5 de diciembre de 2014

Palabras


Gritos, llantos, terror. Son tres palabras demasiado comunes en mi desdichada existencia. Una fina capa negra causada por los estragos me distorsiona la realidad, pero sé que algún día conseguiré deshacerme de ella, simplemente para poder disfrutar de la vida tal y como lo cuentan en las historias.

Fui rechazada cual producto defectuoso nada más nacer. Lo único que conservo de mis padres biológicos es una carta escrita a mano que profana el odio que sentían hacia mí por haberles destrozado la juventud.

Soy fruto de un error, y como tal he sido tratada. Voy de casa en casa, pero desgraciadamente nunca he hallado mi verdadero hogar.

Aun así, puedo afirmar que seré la mujer que siempre he soñado ser. Como el ave fénix, resurgiré de mis cenizas y demostraré que aunque esté sola y sin pertenencia alguna, mis palabras siempre estarán dispuestas a enriquecer los corazones.


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